Tienes gato y quieres quedarte embarazada
Mala fama la de los gatos y las embarazadas… Es lógico, en determinados casos, el gato puede ser muy peligroso para el futuro bebé, y es que los fetos no tienen defensa frente a estos agentes, con lo que si hay una infección durante la gestación, las consecuencias pueden ser muy graves. Pero tranquilos todos, esto es muy poco frecuente.
Hay unos pasos que deberás dar siempre para prevenir la infección por toxoplasma:
Las cajas de deposiciones deben higienizarse a diario, para evitar que los toxoplasmas esporulen y se conviertan en infecciosos. Las heces se deben descartar y la caja debe limpiarse con agua hirviendo.
Si planeas el embarazo, o ya lo has confirmado te harán el test de toxoplasma: por medio de una prueba sencilla se puede saber si has tenido contacto reciente o antiguo con los toxoplasmas. son las pruebas de las ig G y la ig M. Si eres positiva el riesgo de infeccion es cero.
Y si resultas negativa ¿qué deberás hacer con tu gato durante la gestación?
Primero hacemos un test a tu gato. En la clínica realizamos la prueba de la ig G y la igM con una simple extracción de sangre. Si tu gato es negativo (la mayoría lo son) el riesgo de infección es mínimo, pero nunca deberás darle comida cruda ni permitirle sus paseillos por el jardín o más allá durante el embarazo. Siempre en casa. Atencion al jamón serrano, chorizo o salchichón. Ni tú ni tu gato lo debéis probar.
La caja de las deposiciones del gato deberá limpiarlas otra persona, si lo haces tú, usa guantes y lávate las manos después de acabar la tarea, y en general después de tocar al gato. En cualquier caso el riesgo de exposición a los agentes infecciosos es bastante improbable incluso con un gato seropositivo.
Durante el embarazo no adquieras un nuevo gato, si lo haces, se deberá hacer un análisis de las heces para identificar los toxoplasmas.
Por último, lava muy bien las verduras que vayas a comer crudas, procura desinfectarlas con productos como la amukina, lávate bien las manos después de manipular carne cruda, sobre todo porcina , y cocínala del todo antes de ingerirla.
Y ya verás como se lo pasan de bien tu gato y tu hijo.
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que jevi, como mola
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